El nuevo modelo multistakeholder
- Mario García García
- 11 nov 2015
- 2 Min. de lectura
Cuando se habla del modelo multistakeholder se hace referencia a la importancia que adquieren todas las partes interesadas, para que estén consideradas a la hora de obtener los beneficios de la empresa. Es un término que está adquiriendo gran importancia en la actualidad.
Según Manfred Schwaiger, existen cuatro dimensiones en las que se pueden estructurar todos los atributos de la reputación:
Calidad.
Rendimiento.
Responsabilidad
Atractivo.
Todo esto viene de la tesis doctoral “Creación de una nueva metodología multistakeholder para la medición de a reputación corporativa”. En esta tesis se describe tres importantes conceptos:
- Identidad Corporativa: son todos los elementos que una empresa utiliza para darse a conocer en el mercado y sobre todo diferenciarse del resto, es decir, de la competencia. Dentro se incorpora tanto la cultura, las creencia, los valores y las relaciones entre los stakeholders.
- Imagen Corporativa: son las cualidades y valores que los consumidores asocian con la marca. Estos pueden ser tanto positivos como negativos, dependiendo de la situación actual de la empresa y de cómo se desenvuelve ante los problemas.
- Reputación Corporativa: el nivel de admiración que tienen los grupos de interés por la empresa después de haber analizado la competencia y saber tanto sus puntos fuertes como débiles. Esta reputación es utilizada para generar confianza a los clientes.
Según el análisis realizado por Marta Carrió i Sala a diferentes modelos como, por ejemplo, Fortune AMAC (America’s Most Admired Companies) y Fortune WMAC (World’s Most Admired Companies). La autora extrae 11 atributos comunes en siete dimensiones coincidentes:
Características de los productos y servicios.
Visión y liderazgo.
Contexto de trabajo.
Responsabilidad social y medioambiental.
Rendimiento ecónomico-financiero.
Transparencia.
Atractivo emocional.
Esto se relaciona con el término “reputación”. Expertos afirman que la reputación es el alineamiento entre la identidad (real, lo que la organización es, y deseada, lo que dice que es o lo que dicen de ella los stakeholders internos) y la imagen (lo que los stakeholders externos dicen que es). Para una excelente gestión reputacional debe haber coherencia entre la dimensión interna como externa.
Según el estudio de Marta Carrió i Sala, tanto la calidad, el rendimiento como la responsabilidad son los tres ítems que se identifican con la reputación. Además, afirma que actualmente existe la necesidad de dejar de medir la reputación de una manera global y enfocarse en cada sector teniendo en cuenta la dimensión, el sector, el tamaño o el país en el que se encuentre la empresa o se distribuyan sus servicios o productos. Por tanto, se incorpora una visión multistakeholder.
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